miércoles, 4 de diciembre de 2013

¡HASTA SIEMPRE MAILO!

En estos días nos ha dejado una madre estupenda para su hijo, una hija maravillosa para sus adorados padres y a mi me ha dejado una amiga entrañable, Mailo. Hace ya seis meses que luchaba contra viento y marea  contra dos enfermedades a falta de una, a pesar de que todo esfuerzo era inútil según su equipo médico, desde el minuto cero de su diagnóstico.  Pero Mailo luchaba y luchaba, y entre medias nos daba, rectifico, me daba una lección de vida que jamás olvidaré, ha sido como digo una mujer luchadora, que ha sabido aceptar su destino sin rabia, y sobre todo ha sido VALIENTE con letras mayúsculas, de esas mujeres valientes que hoy son muy difíciles de encontrar.
Mailo y yo nos conocimos hace ya cinco años, cuando ella era una chica joven, guapa y muy salada, siempre con la sonrisa en  el rostro. En poco tiempo nos hicimos buenas amigas aludiendo a que las dos éramos "extranjeras" en  tierras madrileñas y las dos  de orígen andaluz. "¡joh!" decía ella cuando hablábamos de nuestros orígenes, y de nuestras viviencias por tierras granadinas.
Para que os hagáis una leve idea de la entrega total que tenía mi amiga hacia su familia os diré que sus padres ya bien mayores vivían con ella y ella los cuidaba y mimaba extremadamente, hasta el punto a veces de olvidarse de que era una persona joven que también tenía que sacar tiempo en la vida para relacionarse con el mundo exterior, pero no, no lo logramos, Mailo vivió por y para sus padres e hijo, y hasta sus ultimos momentos en los cuáles no la he oído quejarse de su suerte ni en un susurro, la única pena que le quedaba y le preocupaba era que su hijo Daniel supiera en un futuro que su madre luchó  contra la maldita enfermedad, aunque no pudo vencer ni una sola batalla a las que se fue presentando durante estos escasos seis meses, y de dejar a su hijo un techo donde vivir el resto de sus días. A sus padres también los miraba con pena pues a partir de ahora quién se iba a ocupar de ellos? afortunadamente estan bien de salud pero la edad es un handicand que no es fácil de superar.
En fin, yo que soy la persona más cobarde del mundo, la más miedosa y fantasiosa con el tema de las enfermedades, gracias a Mailo que día a día en mis visitas me ha ido enseñando lo que es vivir con naturalidad un destino para nada deseado por nadie, creo, y sólo creo que me he hecho un poquito más fuerte ante la pérdida de una amiga como ella, y ante la enfermedad.
Ya sé que quizás este no es el lugar adecuado en el que dar rienda suelta a estos pensamientos y otros muchos que en este momento soy incapaz de escribir, pero necesitaba en cierto modo rendir homenaje a la VALENTÏA, al CORAJE y a la ACEPTACIÖN de la pérdida de la vida, que para mi tiene un nombre propio MAILO.
Hasta siempre Mailo, y descansa en paz de nuevo en el mar de tu Málaga natal. Yo desde aquí intentaré dar todo mi apoyo y carino  a los tuyos.
Adios amiga.